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11 Elcaná regresó a su casa de Ramá, pero el niño se quedó en Siló para servir al SEÑOR bajo la supervisión del sacerdote Elí.

Los perversos hijos de Elí

12 Los hijos de Elí eran perversos. No les importaba el SEÑOR 13 ni la manera en que se suponía que los sacerdotes deberían tratar al pueblo. Lo que los sacerdotes debían hacer para el pueblo era lo siguiente: Cada vez que alguien ofrecía un sacrificio, el sacerdote debía colocar la carne en una olla de agua hirviendo. Luego el ayudante del sacerdote debía tomar un tenedor grande de tres dientes

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